Ni hablar…

No hables,

no tienes nada que decir.

Nada que declarar.

¿Quién te has creído que eres?

Mejor dicho:

¿qué te has creído que eres?

Prohibido hablar.

Tú has nacido para escuchar

y asentir.

No cantes,

no quieren oír tu voz

y tus melodías no suenan bien.

Les gusta tu silencio.

No mereces llevar un altavoz

y te lo han cambiado por un bozal.

Prohibido cantar.

Tú has nacido para guardar silencio

y guardarte tu alegría.

No leas en voz alta,

no se te ocurra.

Mejor, no leas de ninguna de las maneras.

No tienes nada que aprender

ni enseñar.

No tienes derecho a recitar

los renglones y los versos que no te pertenecen.

Prohibido leer en voz alta.

Tú has nacido para oír, callar

y obedecer.

Cierra la boca,

Que tus palabras no ensucien.

Te quieren muda,

silente y complaciente.

Bien callada estarás más guapa, bajo tu noble velo.

Nada tienes que decir

porque nada tienes que hacer aquí,

no eres nadie en este país.

Pero,

aunque no hables, no cantes, no leas y no se te pueda ver ni el rostro ni un centímetro de tu piel…

Sí debes saber

que todo esto

te lo hacen y te lo prohíben los que dicen vivir contigo,

pero también lo hemos hecho posible nosotros

que estamos tan lejos,

que ahora nos compadecemos de ti.

(Foto: ArmyAmber)

Deja un comentario