Internet es global pero el mundo no lo es. Y el mundo vence otra vez. Twitter acaba de anunciar que vetará contenidos que no sean lícitos en según qué país Noticia en El País. Bastará que una “entidad autorizada” de una determinada nación denuncie tu tweet por inapropiado, con arreglo a las leyes restrictivas que allí funcionen. Y la plataforma de microblogs te informará de dónde no se va a poder ver. Uno de los encantos de estas plataformas es, precisamente, poder compartir información, conocimiento y recursos con gente en los lugares más insospechados. Pero a partir de ahora, tus reflexiones, creaciones, fotos, gracias… no podrán en ciertos casos estar al alcance de todos. Se supone que tú, español, no vas a tener problema para ver todo lo que se publique, de momento al menos. Pero si tienes seguidores en países que a todos nos vienen a la mente, deberás pensártelo antes de twittear. No es Twitter la primera es plegarse a la censura, Google ya lo hace en China, por ejemplo. La perspectiva de hacer negocio en cualquier mercado y a cualquier precio es mucho más golosa que mantener a capa y espada los principios de transparencia y libertad de expresión. Y la tecnología ya permite “oscurecer” zonas, o lo que es lo mismo, “desglobalizar” la Red. Luego está lo de la “entidad autorizada”, que suena como aquello de la “autoridad competente” de infausta memoria. No se nos aclara qué o quién va a ser y de que índole. Se supone que a definir en cada país. El gobierno en cuestión, la autoridad religiosa, la militar-por-supuesto… En según qué sitios, imagino que habrá tortas por asignarse ese rol. Sí, en España se apuntarían unos cuantos, por más que, ya digo, aquí “no va a pasar ná”, que diría Esteso en sus buenos tiempos. Tampoco se determina por ahora qué criterios va a seguir la red social para aceptar esas restricciones, e imagino que este aspecto será fuente de conflictos puntuales. Porque claro, habrá organismos censores que, por ellos, lo vetarían todo. Y luego está la cuestión lingüística, los sentidos e interpretaciones de ciertos comentarios, teniendo en cuenta que se trata de mensajes cortos, más proclives a la ambigüedad y a los significados pretendidos. El caso es que el planeta seguirá siendo heterogéneo, y resulta que Internet, por más que a veces nos olvidemos, es de este mundo. Para lo bueno, pero también para lo malo. Nunca será de día o de noche, ni lloverá o hará sol en todas partes.
Censura en Twitter, desglobalizar la Red
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