Lucien Van Impe es justamente reconocido como uno de los mejores escaladores de la historia, y desde luego el mejor belga en el género. Eddy Merckx no cuenta, lo hacía todo. No es Bélgica tierra de cabras que tiren al monte, allí lo que proliferan son lobos esteparios y guepardos de la sabana. Por eso su caso es singular. Menudo, con cara de pícaro, Van Impe reinó seis veces la montaña del Tour de Francia. Dice que no quiso ir a por la séptima por no batir el record de Bahamontes –seis también- en reconocimiento a que el Águila de Toledo le ayudó en sus inicios como profesional. Después, Virenque no tendría esa deferencia con ninguno de los dos. Pero tanto belga como toledano fueron mucho más escaladores y más ciclistas que el francés, no lo duden. Lucien tiene además el honor de haberse llevado el primer maillot de lunares, cuando se instauró en 1975, y no sé si al final habrá sido el que más días lo ha vestido, pero desde luego el que mejor lo ha encarnado. Corrió 15 rondas francesas y terminó las 15. Ganó el Tour de 1976 porque fue valiente camino de Saint Lary Soulan; perdió el de 1977 porque fue valiente –y porque no comió- en la ruta hacia Alpe D’Huez. A su victoria suma un segundo, tres terceros, nueve etapas… y el recuerdo que dejó. Siempre atacó y dio espectáculo, nunca especuló. Es historia del ciclismo, nadie que la haya visto le olvida.
Pero como digo, estamos en Bélgica, y que salga un escalador allí es como esperar que los salmones bajen al Guadalquivir. O podemos recurrir a los ejemplos de la canción de Joaquín Sabina. Van Impe no tuvo sucesor en su género. Pareció que Criquelion podía serlo, pero enseguida prefirió especializarse en clásicas de perfil sinuoso. Alguna promesa frustrada, algún todo terreno, pero a la hora de la verdad, las cumbres de las grandes vueltas llevaban años, más de 30, sin ver ciclistas de esta nacionalidad. Ahora tenemos a Jelle Vanendert. Él y Samuel Sánchez han sido lo mejor, lo único rescatable de unos Pirineos de nada en este Tour. Segundo en Luz Ardiden, vencedor incontestable –el único que atacó- en Plateau de Beille. Y se ha enfundado el maillot de lunares. El tiempo dirá si tenemos por fin al nuevo Van Impe. De momento, su llegada es una gran noticia para el ciclismo.
Ayer cuando todo el mundo creía que ina a ser una etapa de transición para lo que viene después, pues toma Contador y en un puertito de nada le saca al Schleck 1′. Y claro los franceses que les jode como a ninguno el tema pues se llevan 5′ con planos de la línea de meta entrando gente que no los conocen ni en su casa.
Vamos a ver hoy.
Tres etapas pirenaicas, cuatro puertos de categoría especial, dos llegadas en alto, y no han servido para nada.
Ayer, un puerto de segunda y se arma la gorda: Evans, Contador, Samu por delante; el grupito del líder y F.Schleck a 24″; un grupito con Basso a cuarenta y pico; y un grupito con Andy a 1.09″. Es decir, Ciclismo. El Tour ha empezado ayer.
A la televisión francesa ya la conocemos, pero especialmente el realizador de este año es una calamidad. No aguanta un plano diez segundos, y los cambia sin ningún criterio. Para ver los detalles importantes hay que esperar siempre a la repetición. No pilla uno. Para él el ciclismo es gente que va en bici.
Contador dijo que tenía dos semanas para coger la forma y una para intentar ganar el tour…… en los Pirineos fue a aguantar…. luego dijo que iba a atacar y que no se marchaba del Tour sin intentarlo….. ayer la primera en la frente….. y hoy y mañana y pasado si puede también….. Ole sus cojones…. un grandísimo campeón que saca rentas en sitios imposibles y avisa sin miedo de lo que va a hacer….. a careta quitada…… Y el espectáculo de los ataques es acojonante…… como en los tiempos de Perico e Indurain….