Tour de Francia: guía de tardes de Montaña y Gin Tonic 2011

Cierto es, como decía el otro día El Tío del Mazo en Facebook, que algunas tardes de etapa llana en el Tour son muy indicadas para una buena siesta. Aunque este año no tanto, entre caídas y tachuelas que sirven de postre, que tanto la ronda francesa como el Giro parecen haberse fijado en la Vuelta a España ¿o no? para rebote de los sprinters puros de toda la vida. Pero el verdadero mes de julio, junto con los Sanfermines, son esas apasionantes tardes de etapa de montaña en el Tour. Como ya queda menos para que lleguen, este año vienen más tarde, hoy vamos a presentaros las previstas en el recorrido de esta edición. Para que os vayáis reservando las tardes y preparando las provisiones. Ya se sabe que con un buen gin tonic los Alpes y los Pirineos se pasan mejor, y si se nos acaba el Beefeater o el Saphire, nos puede entrar la pájara y acumular minutos no, días de desventaja. Bien, hoy estamos dejando la Bretaña para entrar en Normandía, a partir de ahí se baja recto al centro de Francia. Tendremos dos etapas en el Macizo Central, el sábado y el domingo, no de gran dificultad montañosa –el mítico Puy de Dome hace años ya que no se sube porque es una propiedad privada e imagino que serán los dueños los que se divertirán subiéndolo y bajándolo en sus potentes voitures, ahí se asfixien y se les gripe el motor. Pero sí son etapas propicias a las emboscadas, la del sábado con final en un puertecito de tercera, Super Besse, ya visitado en otras ediciones. La del domingo tiene muchos puertos y tres de segunda categoría, pero lejos de meta. En cualquier caso, un buen rompe piernas para ir probándose y, como digo, para andarse atento a las sorpresas. Los Pirineos empiezan la semana que viene, cuando estemos justo en el ecuador de la carrera, y estas son las tardes de montaña y gin tonic:

– Jueves, 14 de julio. 12ª etapa: Cognaux – Luz Ardiden (sí, en francés diríamos “coñó, Luz Ardiden”). Y muy propio, porque es todo un clásico de los tours modernos y sin embargo hacía unos años que no visitábamos esta estación invernal. Perico Delgado ganó la primera vez que se llegó aquí, y fue donde se le enganchó la cadena a Lance Amstrong y el panoli de Ullrich le esperó y ahí perdió el tour de 2003. Cubino e Induráin son otros vencedores ilustres en esta cima. Antes habrán subido La Hourquette d’Ancizan, de 1ª (creo que es una prolongación del Aspin) y a continuación el viejo Tourmalet. 2.115 metros y 101 años, esperemos que ya recuperado del fallido homenaje que se le pretendió rendir el año pasado. La batalla debería estar asegurada, pero ojo que ya se sabe que a veces el primer día de montaña, como el primer gin tonic, le sienta mal a más de uno. En cualquier sentido.

– Viernes, 15 de julio. 13ª etapa. Pau-Lourdes. Una etapa un poco tonta, la verdad, estas frivolités que se suele inventar la organización. Sí, se sube el fabuloso Aubisque, el hermano pequeño pero matón del Tourmalet, y por su cara más dura. Pero esta vez le dejan solo, y desde la cima hasta la meta hay 40Km. La bajada es peligrosa no obstante, y se puede intentar algo.

– Sábado, 16 de julio. 14ª etapa. Saint Gaudens – Plateau de Beille. Cuidadito con esta. No tiene cimas tan glamurosas, pero son seis puertos en 168 km, típicos pirenaicos, cortos y empinados, y si aprieta ese calor húmedo que tanto temía Eddy Merckx… el final es un HC (fuera de categoría), si mal no recuerdo donde Pantani empezó a cimentar su triunfo en 1998.

Superados los Pirineos, ¿qué tal esos cuerpos? A continuación tenemos una etapa llana, un día de descanso, otra de media montaña, alguna que otra siesta. Y mediada la última semana afrontamos los Alpes, con tres citas, a saber:

– Miércoles, 20 de julio. 17ª etapa: Gap-Pinerolo. Cruzamos a Italia, y esta primera es más una toma de contacto con el aire alpino que otra cosa. Sestriéres no tiene nada que ver subiéndolo desde Montgenevre que desde el Valle de Aosta. Eso sí, hay un puerto de segunda bastante traicionero a 8 km de meta. Para perder un Tour bajando. Pero lo fuerte viene a continuación:

– Jueves, 21 de julio. 18ª etapa: Pinerolo-Galibier Serre Chevalier. Empieza el homenaje al centenario del Galibier. Ver el perfil de esta etapa impresiona, toda por encima de los 2.000 metros y más de 100 km de escalada, de los 200 que tiene la etapa. La silueta del Col Agnel (Agnelllo en el Giro), que asciende desde el valle hasta 2.744m, es de quitar el hipo. Otra cosa es que pase algo allí, tan pronto, con tanto por delante. El Izoard (2.360 m) es un legendario, decían que el favorito de Fausto Coppi, pero hace años que no deja nada para la historia. Y final, por primera vez, en los 2.645 m del colosal Galibier, junto al monumento conmemorativo al fundador de la carrera, Enri Desgrange. Lo que pasa es que para esta cita se ha elegido la cara más “dulce” de la majestuosa montaña, la Sur, hasta el Lautaret (2.058) es prácticamente una autopista. Si los escaladores se mueven, será una etapa selectiva; si lo hacen desde el principio, una verdadera epopeya. Si no, a admirar el paisaje, que eso nunca fallará, a no ser que encima tengamos niebla. En cualquier caso, es de las etapas que merecen empezar a verse ya desde la mañana. Pero ojo, no empezando con Gin Tonics, que entonces luego la subida final sí que puede ser un verdadero rosario.

– Viernes, 22 de julio. 19ª etapa. Modane-Alpe D’Huez. De sólo 109 Km, pero esta sí que podría ser la verdadera etapa reina del Tour 2011. Se sube por segunda vez el coloso, pero esta vez por su cara dura, la Norte, el Telegraph mediante, y luego esas rampas de al 13% interminables después de 40 km de ascensión por un paisaje casi lunar, Fuente-Ocaña en el 73, Anquetil-Poulidor en el 64. Y final en Alpe D’Huez, que no necesita presentación con sus 21 curvas que hacen que la tele se incline –¿o somos nosotros, o son los gin tonics? y que casi nos las sabemos de memoria. El que inauguró Coppi en el 52, el de los setenta de Zoetemelk, Kuiper, los ochenta de Herrera, Rooks, Theunyse, y luego el de Bugno, Pantani… Armstrong en línea y contrarreloj. Pero también el de Echave, Iban Mayo… y Carlos Sastre, que construyó aquí su victoria en el Tour 2008, la última vez que se ha subido. Tarde emociones fuertes. ¿Habéis revisado cómo van esa nevera, esas botellas?

Para entonces será viernes y el domingo ya estaremos en París, contrarreloj por medio el sábado. Yo creo que para recortar un minuto y medio hay más que suficiente, ¿no? Lo que ya no sé es cuántas botellas van a hacer falta. Cada uno a su ritmo mejor.