La bloguera siria: mienten las personas, no Internet

Mienten las personas El colega se hacía pasar por una disidente siria, lesbiana para más morbo. Tenía cara, pero en ambos sentidos de la palabra: había robado una foto de una chica en Facebook. Se echó una amiga en Canadá, cautivada no sabemos si por dicha foto o por el encanto intelectual. Ni siquiera lo sabía su mujer, que precisamente hacía un doctorado sobre Siria, y suponemos que por sus conocimientos era, sin saberlo, la inspiradora de los contenidos reivindicativos del blog. Y la semana pasada puso a todo el mundo en vilo al fingir que había sido detenida por las autoridades de aquel país. En realidad, desde mi ignorancia ¿era tan difícil descubrir que se trataba de un impostor que en realidad se encontraba en Estados Unidos? Este sería un buen debate. Ayer sale a la luz, le entrevista The Guardian, y dice que lo hacía para denunciar la situación de represión y maltrato a las mujeres en Siria y en el mundo árabe. Pero luego reconoce que el asunto había llegado a divertirle. Y admite que se le fue de las manos. Supongo que en la información que se ha dado del asunto faltan cabos, hay cuestiones que se nos escapan. Recordemos, si han seguido la noticia ayer, que primero era un escocés, homosexual para más señas, y luego ya salió la verdadera identidad, cara (mucha, ya digo) y procedencia del autor. No creo, vamos estoy seguro, de que se trate del primer caso de engaño de este tipo. De hecho, cualquiera conoce a gente que adopta una “vida secreta” en Internet, la mayoría sin llegar tan lejos y otros quien sabe. Ya conocemos casos de gente que suplanta las identidades de otros en Twitter o en Facebook y se dedica a decir barbaridades en su nombre. Y bueno, gente que dice barbaridades y luego se excusa que ha sido otro que le ha suplantado. Y vete a saber de dónde vienen algunos blogs que se publican por ahí. Ojo, esto ya pasaba cuando no había Internet. El hacerse pasar por otro o el tener una segunda vida al margen de la oficial ha sucedido siempre. Lo que pasa es que ahora es más fácil, hay más medios, y antes hacía falta más ingenio. Ya sé que saldrán ahora los detractores –o simplemente cuestionadores- de la Red para argumentar que esto es lo que pasa por darle tanta cancha. Pero mentirosos, tramposos, juguetones y caraduras los ha habido siempre, fuera de Internet y también en Internet. Como en todo, el problema no son los medios al alcance, sino el ánimo de quien los utiliza.

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