El Teatro sin hacer

La Función por hacer

 

 

En este país se habla mucho de teatro. Pero no tanto de obras, textos, montajes, producciones, representaciones, giras, actores, directores o figurantes. Tampoco de premios. Anoche se entregaron los Max, los más importantes que se dan a este negocio en España. La repercusión ha sido pobre. Con alguna excepción, para encontrar la noticia en las ediciones on line de los principales diarios hay que arrastrarse hasta bien abajo. Y cuando das con ella, te encuentras con mucha noticia de agencia, señal de que el medio en cuestión ha optado por no dedicar muchos recursos a informar sobre el asunto.

Pues digamos, que se sepa al menos aquí, que la gran ganadora de esta edición de los Premios Max ha sido “La Función por Hacer”, que se ha llevado siete “manzanas” a la mejor dirección, espectáculo, adaptación, actor y actriz de reparto, diseño de luz y empresario. Se trata de una recreación de los “Seis Personajes en busca de Autor” de Pirandello. Debutó muy modestamente, en el vestíbulo del Teatro Lara de Madrid; de ahí pasó al Español y lleva año y medio de gira por España. Precisamente su premiado director, Miguel del Arco, se ha quejado de la morosidad de los ayuntamientos, que le deben 100.000 euros, según denuncia. “Estáis acabando con el teatro y nuestra compañía pasa grandes apuros” manifestó durante la gala. Significativamente, la compañía, también premiada, se llama Kamikaze.

Los Premios Max de las Artes Escénicas, que cumplen su XIV edición, están organizados por la Fundación Autor de la SGAE (ufff). La gala tuvo lugar en el Gran Teatro de Córdoba y contó, claro está, con la presencia de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, quien, claro está, manifestó que el teatro español se encuentra "en un momento de oro", ya que cuenta el mayor número de compañías de su historia y que actualmente hay "muchísimo talento" generando textos nuevos, en labores de dirección y de interpretación, además de "enorme atención y aceptación por parte del público" (sic Público.es). Y claro está, dijo esto antes de la gala, no una vez allí, delante de todo el mundo.

Y no, no vamos a terminar esta crónica como hiciera Pío Baroja aquella vez. Que además, la expresión ha dado en volverse muy manida en estos días y no por culpa, precisamente, del autor de “Mala Hierba” (ufff).

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