Sucedió en Hyde Park

Ya quisiera Marcel Proust haber contado una historia así. Ciudadanos españoles en Londres, que un sábado camino de Portobello deciden cambiar de planes al enterarse de que hay fútbol en Wembley. Después del partido toman The Tube hasta el centro y se dan una vuelta por el emblemático Hyde Park, el que unido a los jardines de Kensington suman ambos mayor extensión que el Principado de Mónaco. Allí transcurre esta escena. Mitos fuera. Los dos ínclitos están realmente posando ante la cámara –éramos tan jóvenes- inocentes, ajenos a lo que discurre a su alrededor. Fue al revelar la foto –en la tienda mítica pero cuyo nombre no recuerdo- cuando la imagen cobró todo su esplendor.

Aunque no haya dado exactamente con el nombre del parque en cuestión, todos le hemos entendido perfectamente, de manera que Vicente es el ganador esta vez. A su indudable sagacidad y encomiable perspectiva de la situación, añadamos que ¿cómo no lo iba a acertar si fue él quien hizo la foto? Como premio, se me ocurre invitarle a una pinta de deliciosa Cyder que probó y tanto le gustó en aquel viaje.

Ya no éramos tan jóvenes el 17 de octubre de 2004, domingo por la noche, cuando muy cerquita de aquí estuvo a punto de morir el autor de esta canción Say Hello, Wave Goodbye, Marc Almond, en un accidente de moto yendo de paquete. Quien escribe calculó que a la hora en que ocurrió debía estar paseando a escasos metros, pero no se enteró hasta la mañana siguiente, cuando veía las noticias en Sky mientras esperaba a que le recibieran en el bonito hall de unas oficinas en Long Acre, la calle a cuyas espaldas crece, se explaya y se gusta Covent Garden.

Qué tiempos de Londres…