Números, numeritos, numeretes

Muy oportuno llega para Pellegrini su reencuentro con el Bernabéu el próximo jueves. Le preguntarán seguro, y no sabemos si tirará de elegancia o aprovechará su ventaja al resto, pero algo de pecho sí que puede sacar. En la misma jornada 25 de la Liga anterior, el Real Madrid tenía un punto más que este año y se encontraba empatado en la cabeza con el Barça. Ojo, llevaba 12 goles más a favor, 67 por 55, y sólo uno más en contra, 20 por 19. Este es el viaje y a la vista las alforjas. A estas alturas ya había jugado en campos como Mestalla, Sánchez Pizjuán, San Mames o El Madrigal, todos este año aún por visitar. De lo hecho en el Camp Nou ni hablamos. Entonces ya comprenderán por qué Mourinho intenta por todos los medios que hablemos del calendario, de los gatos y de los perros, de Valdano o de la Feria de Abril cuando llegue la ocasión. Numeritos y “numeretes” para que no salgan a colación los números, que son los que no mienten. Pero ya sabemos que Special One se cree el más listo y que los demás somos muy tontos, claro que algunos hacen además todo lo posible por parecerlo. Siempre digo que será a final de temporada cuando hagamos cuentas, y la temporada de Pellegrini terminó en suspenso a pesar de los excepcionales números ligueros. Por ahora, sólo la hoja de servicios de la Copa está realmente más presentable, pero si se pierde la final valdrá de muy poco. En Champions, todo indica que se mejorará el registro, pero también lo indicaba hace un año, y por cierto, en Lyon el Madrid no hizo otra cosa que repetir, casi calcar su mal partido de entonces, con la diferencia de que esta vez entró uno de Benzema en una jugada rara.

Porque luego te vienen con el camelo de la “pegada”. A ese término se suele recurrir cuando se habla de un equipo con muy buenos delanteros pero sin un buen juego colectivo de ataque. Alguien que viera los primeros 30 minutos de Riazor y Son Moix bien hubiera podido pronosticar que el Madrid se iba a llevar por delante al Depor y que el Barça iba a tener serios problemas para llevarse el partido. Y ya ven luego los resultados. Y no me vengan con que Dios no fue del Madrid, como leo por ahí. Ayer jugaron Cristiano, Benzema, Adebayor, Özil, Kaká y Di María, se dominó de forma abrumadora y, siendo honestos, ¿cuántos remates verdaderamente de gol tuvieron? ¿Tres, cuatro? El resto, arreones, balones al barullo, mucho tesón, mucho empuje… y pocas ideas, nula claridad. En esto han pecado lo mismo Mourinho que Pellegrini. Se trabajan los sistemas defensivos pero nada los movimientos en ataque, se deja a la libre improvisación e inspiración de los artistas. Así, los goles del Madrid suelen venir de excepcionales acciones individuales, ejercicios de gran voluntarismo y también algún que otro churro. Nada de esos goles de pura lógica, por mera inercia, como fruta madura, que son los que identifican a un equipo bien hecho y que al final son la mayoría de los que suma el Barça y ya lleva 76.

Pero seguiremos con los numeritos y “numeretes”, desde El MarcaMundo (son la misma cosa, ya saben) nos seguirán diciendo que Mourinho es el mega entrenador que siempre gana, seguirán poniéndole las mejores notas a Cristiano en cada partido y seguirán intentando convencernos de que este Madrid bate records, asombra al mundo y siembra el pánico por donde va. Yo sí que le tengo pánico a algunos.