Fiesta de Venus en Segovia

Venus estuvo una vez de visita en Segovia y un pintor de allí, concretamente de la zona de Sepúlveda, la pintó en esta fiesta, agasajada por una legión de amorcillos y secundada por dos ninfas. Desde hace no sé cuantos años, yo creo que desde antes de que yo naciera, el cuadro reside en el salón de mi casa. Así que siempre he vivido con él. Fíjense en la profundidad de la escena, de los primeros planos a los árboles y el paisaje del fondo. Las posturas de los amorcillos están inspiradas en esculturas clásicas y, pese a ser la protagonista, Venus se queda en un segundo plano. Una de las obsesiones del Quinquecento sería insertar la figura en el paisaje. Y en efecto, todo es paisaje en esta fiesta. ¿He dicho Quinquecento? Un día, de visita en el Museo del Prado, me quedo pasmado de encontrarme frente a esta obra del pintor segoviano. Sí, me dirán que el título oficial es Ofrenda a Venus y su autor, Tiziano. Que los venecianos marcaron un estilo en el tratamiento de los temas religiosos y mitológicos, que le dieron a la pintura un aire cosmopolita e innovaron en el uso de colores luminosos y pincelada suelta, que influyeron notoriamente en genios posteriores como El Greco, Velázquez, Rembrandt y hasta Goya. Me dirán lo que quieran. Pero yo ese día me sentí en esa sala de El Prado como en el salón de mi casa. Y reconociéndole todo su talento y su propiedad intelectual al maestro Tiziano Vecellio, yo me fui completamente seguro –y ahora lo estoy todavía más- de que para mí ésta siempre quedaría como la fiesta que se marcó Venus en Segovia, y que inmortalizó ese pintor segoviano del que me acuerdo hoy.