La frase de este titular no es mía sino del director general de Modernización del Principado de Asturias al recoger uno de los Premios Fundetec que se entregaron la semana pasada. Se refería así a la evolución de la sociedad asturiana en el uso de las tecnologías y al esfuerzo que esta región, marcada por la orografía y por su estructura económica e industrial, está haciendo para modernizarse y adaptarse a los tiempos de hoy.
El caso es que, de los cuatro premios que se entregaban, dos y parte de otro fueron para el Principado. Vaya por delante que Fundetec es una fundación auspiciada por el Ministerio de Industria que tiene como misión contribuir al desarrollo de la Sociedad de la Información en España a través de iniciativas que favorezcan el acceso de los ciudadanos, las empresas y las instituciones a las nuevas tecnologías. Los patronos de la fundación son HP, Informática el Corte Inglés, Intel, Telefónica y la entidad estatal Red.es. Anualmente, Fundetec entrega sus premios para reconocer estas iniciativas por parte de entidades públicas y privadas.
El Gobierno del Principado de Asturias obtuvo su premio por el plan Asturas eIncluye, que se propone forjar una sociedad asturiana más informada y capacitada para incorporarse y participar en la Sociedad de la Información, para lo cual desarrollan actividades de muy diversa índole dirigidas a distintos grupos de población: mayores, mujeres, parados, escolares, profesores, etc.
Otro premio correspondió al Laboratorio Interprofesional Lechero y Agroalimentario de Asturias por el proyecto Lila Comunidad Virtual, que proporciona al sector ganadero herramientas (por ejemplo, dispositivos Blackberry) para disponer de información relevante sobre su negocio en tiempo real, de manera que puedan rentabilizar su producción y gestionar mejor sus explotaciones.
Asturias tuvo parte además en el premio otorgado a FUNDESARTE (Fundación Española para la Innovación de la Artesanía) por el proyecto de innovación del sector artesano, ArteTIC, dirigido a pymes, microempresas y autónomos de Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y la propia Asturias. El otro premio correspondió a la Federación de Personas Sordas de la Comunidad de Madrid por el proyecto Spreadthesign, que tiene como objetivo ayudar a las personas sordas europeas entenderse y comunicarse mejor, con la participación de varios países de la UE.
Podría a quien más y quien menos parecer mera casualidad que Asturias haya copado de esta forma unos premios dirigidos a reconocer la innovación en nuestro país –contaban además con otro proyecto nominado. A la vista de ciertos indicadores, parece que no lo es. El informe La Sociedad de la Información en España 2010, elaborado y presentado recientemente por la Fundación Telefónica, refleja el constante crecimiento de esta comunidad durante los últimos años, por encima de la media nacional, en los principales indicadores TIC, tanto los referidos a los ciudadanos y los hogares como a las empresas –conexión a Internet, disponibilidad de páginas web, uso del comercio electrónico, penetración de la banda ancha… De una posición de sensible desventaja han pasado prácticamente a equipararse con lo que es el nivel medio de nuestro país, teniendo en cuenta que éste siempre viene disparado por el tirón que ejercen comunidades como Madrid o Cataluña.
Pero cuidado, es que además el Principado de Asturias encabeza el ranking nacional de servicios públicos ofrecidos on line –el 100% de los 26 analizados- tanto a los ciudadanos como a las empresas. Y resulta ser también la comunidad que ha alcanzado un mayor nivel de desarrollo en esos servicios, ofreciendo el mayor grado de complejidad y su total trámite a través de canales telemáticos. Por ejemplo, en Asturias ya no es obligatorio aportar fotocopias del DNI o certificados de empadronamiento, entre otros engorrosos documentos de los que siempre nos falta alguno.
En fin, que “del carbón al ratón” no parece sólo una frase ingeniosa de un político sino la constatación de una realidad. Y que es la Administración la que está tirando del carro. Si cierto era que Asturias se había dormido y quedado un tanto obsoleta en infraestructuras y servicios hace apenas diez años –y se notaba cuando ibas por allí y lo comparabas con Cantabria o Galicia sin ir más lejos-, no menos cierto es que ha despertado, se nota un esfuerzo, un salto de calidad y cantidad, los indicadores dan fe y los premios no son más que la guinda. Esperamos que sigan así, que por cierto no han necesitado ningún FAC ni FOC ni nada que se le parezca. Que no se rompa…
Espera que Cascos amenaza con volver.