Fiebre

Hoy tengo fiebre. Ayer tuve fiebre todo el día. No he sido el único. Se me antoja que este fin de semana los virus han atacado a fondo. Mourinho empieza poniéndose un 11 –dice que este año ha sido perfecto y me pregunto yo si lo del Camp Nou entra dentro de ese pack de impoluta perfección-, entonces Quique Flores va y se pone un 12, también hace falta valor, y Míchel –el más sensato o quizás sólo tenía unas décimas- le pone un 14… a sus jugadores. Manolo Preciado responde a su manera a la pregunta sobre si se siente peligrar en su puesto: “No soy gilipollas”. A Laudrup le pregunta –casi le reprocha- un periodista que por qué ha estado tan tranquilo y no ha “metido más bronca” a sus jugadores. Sin inmutarse, que clase le sigue sobrando, le responde “en 17 años como jugador jamás he oído lo que me decían desde el banquillo”. Rafa Benítez se crece después de ganar el Mundialito al equipo congoleño y desafía a su presidente. No sólo eso, atención al recado: “el equipo ha sido exprimido en los dos últimos años y no ha seguido un programa de trabajo en gimnasio” ¿Aviso a navegantes… portugueses? Mucha fiebre.

Dicen que tenemos una liga escocesa, yo defiendo que no pero a veces tengo que admitir que parece de Islas Feroe. Con partidos como el de anoche en el Bernabéu. Fiebre amarilla. Puestos a comparar productos escoceses, habrá que convenir que el Barça en su momento actual es un Macallan de 64 años y este Madrid, en su mejor versión, llega a un Jonnie&Walker que ayer, sin su jugador de campo más importante que ya sabemos que es Xabi Alonso, no pasó de un DYC peleón. Lo que pasa es que el Sevilla… vaya temporadita y vaya imagen. Es fácil detectar un antes y un después del 29-N en Casa Florentino, ahora está en fase de depresión, enfebrecido y decaído, es como si después de todo lo nadado, cuando termina el año, se vieran exactamente en el mismo punto que el año pasado por estas fechas. Esas son las alforjas y este es el viaje. Para más inri, en el horizonte aparece de nuevo el Olympique de Lyon. Para que la temporada sea un calco después de todo lo invertido, lo cambiado, lo prometido. Ah sí, con eliminar a los franceses ya se habrá avanzado un peldañito pero…

La jornada fue de mucha fiebre y para colofón el febril show de Mourinho en la rueda de prensa blandiendo el papelito. A los periodistas les encanta esto, le jalean sus bravuconadas, se distraen y llenan espacio haciendo comentarios de texto de cada intervención del portugués (“con esta frase el autor parece querer evocar su adolescencia en Algeciras al tiempo que enlaza con su formación clásica y su devoción por la novela pastoril”, pues lo mismo más o menos). Y quizás no sé da cuenta don José de que quizás se está ahogando con su propio anzuelo. Porque a lo mejor se está creyendo lo inteligente que le dicen que es y en realidad lo que hace no es otra cosa que meterse continuamente en jardines, cada vez más frondosos y espesos. Si quiere quejarse del árbitro, está en su derecho, además ayer tenía hasta razón. Pero que lo haga de otra manera. Si tiene algo que decirle a su presidente o a su director deportivo, hay otra forma de decírselo. Todas estas salidas de tono no le hacen ningún favor ni a él ni al equipo ni al club. Que sí, que en el Real Madrid cualquiera está a la que salta, mira ese afamado periodista que un día tiene un altercado con Sara Carbonero y no le falta tiempo para sacar a la luz el cisma en el vestuario madridista, un conflicto entre Casillas y Cristiano… a propósito de Sara Carbonero. Pero es que ya sabe uno dónde está y saber estar y comportarse va en el sueldo y en la profesionalidad. Si ya por el hecho de estar en Madrid o Barcelona estás permanente sentado en un incendio, no tienes necesidad de presentarte con el bidón de gasolina abierto.

Y para incendiario, el post de Julián Ruiz en su blog. Julián Ruiz, el cortador de céped: propaganda culé Otro que creo que tenía bastante fiebre.

Y bueno, para despedir los Lunes de Retranca de este año, aquí os dejo con el Rey. Elvis Presley, Fever. YouTube No se lo pierdan. Viéndole sobre el escenario, este sí que era un Special One.