Museo del Prado, 191 razones

Se enteró de que el Museo del Prado cumplía años, e intentó recordar de un tirón 191 maestros que allí alojan su gloria. Empezó, claro, con Velázquez, siguió con Zurbarán, Ribera, Murillo… de carrerilla como una alineación, y ya tiene 23. No cree haber ido 191 veces al Prado pero, afortunadamente, no es capaz de recordar cuántas, eso significa que al menos fueron bastantes. El Bosco, Van der Weyden… todavía va por 35, aquel profesor tenía realmente problemas quizás inconfesables, el caso que de arte le enseñó muchísimo, posiblemente más del 80% de lo que hoy sabe. Tintoretto, Veronés… ya llega a 54, siempre se acuerda de su abuelo pintor, al que por mucho tiempo creyó el autor de La Fiesta de Venus, talque siempre la vio en el salón de su casa, y fue precisamente en una visita al Prado donde Tiziano se le reveló. Rubens, Van Dick… nunca podría definirse por su cuadro favorito, pero siempre admite que le impresionó la primera vez que vio El Cardenal de Rafael, aparentemente simple y pasmosamente natural. Ya tiene 81 captados en su memoria, esos cielos toledanos de El Greco siempre le marcaron, y cuando ya pasa de 100, no cree poder llegar a 191, sin duda sí lo conseguiría si se tratara de recordar las obras que viven allí. Porque viven, que nadie tenga la menor duda. De noche, cuando ya la gente se ha marchado, se descuelgan y salen a dar una vuelta para estirarse un poco, que tantas horas ahí parado entumecen. Y comentan de los visitantes, de los turistas, de los guías, de la cámara que llevaba aquel, de las piernas de aquella, de los eruditos que a veces se explayan en explicar lo que nunca es ni ha sido. Y les entra la risa floja. Hay uno, obviamente Las Meninas, que siempre es el que tiene más anécdotas que contar, todos se reúnen alrededor para escucharlas, se desternillan, mira si no le han buscado historias, vueltas y aventuras, “ y qué va a saber nadie si ni siquiera yo sé por qué soy así”, termina siempre diciendo. En un último esfuerzo llegará a 190, le falta solo uno pero ya, por mucho que exprima sus neuronas, va a ser incapaz de recordarlo. Ni siquiera cuando pase por delante del kiosko reparará en la portada de hoy de un diario deportivo que le hubiera dado la pista definitiva. Casi mejor así.

Hoy cumple 191 años el Museo del Prado, aunque en realidad su historia se remonta al siglo XVI. Se pueden visitar gratis sus colecciones y sus exposiciones temporales. No será mal plan y aunque las habrá, no hacen falta 191 razones para ir, ¿verdad?