Un día de octubre

Todo esto ha sucedido un día de octubre. Y mucho más que no hemos contado. Pero aunque no hubiese pasado nada hoy, sería un día de octubre también. Hay fechas que no dicen, no transmiten, pasan inadvertidas, números grises en el calendario. Hay otoños que se digieren fácil, no dejan huella, pasan su fase de color y luego lo dejan. Pero hay días y hay otoños que se atascan en la memoria, con el tiempo se instalan en ella y ya forman parte de ella y de ti. Acabas sintiéndote tú mismo ese día y ese otoño. Un día de octubre sabes desde que te levantas de qué se trata hoy, no dejas ni quieres dejar de pensar, todo lo que te ocurre y ocurre a tu alrededor parece circunstancia, paisaje de fondo, hechos en el tiempo que parecen estar simplemente para demostrar su paso, lo que es hoy ya no será más, sí, como el río de Heráclito al que tanto recurrimos. Todo lo presente está como ausente porque en el fondo sabes dónde y con quién estás. No es culpa de este o del otro, es que no se te ha olvidado casi ni un minuto de aquel. Pues mira que hoy ha habido cosas, las que se saben y las que no sabremos nunca. Pero han sucedido un día de octubre. El día de octubre de este año.

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