La Comunicación Precocinada

Precocinada Calentar tres minutos y listo para servir. O ni eso. Directamente a las fauces del consumidor. La tendencia señala que las empresas, entidades y organizaciones de toda índole cada vez difunden su información más y mejor elaborada. Lejos aquellos teletipos que había que descifrar o esos crípticos comunicados de prensa que dejaban mucho margen –y trabajo- al redactor de turno para construir lo que al final sería la noticia a publicar. Ahora, aunque lógicamente hay de todo, los medios reciben más noticias empaquetadas, debidamente preparadas y hasta aderezadas. Eso sí, al gusto del cocinero. Se dan ahora casos de periodistas que acuden a una rueda de prensa, toman notas, hacen preguntas, y cuando vuelven a la redacción con la carpetita de prensa y sus papeles garabateados –que hubieran sido el fundamental diferenciador de su trabajo- se encuentran con que la noticia ya está publicada, colgada en el aire o en la Red. El redactor que estaba en su mesa la recibió con su titular, su entradilla, sus subtítulos y sumarios, las imágenes ya integradas… ¡a veces llegan hasta bien redactadas!. Y tal cual la dio, no tardó dos minutos mientras el periodista “burlado” había dedicado dos horas a una tarea infructuosa. Las redacciones son cada vez más precarias, no digamos ya la disponibilidad de medios técnicos como cámaras o quienes las manejen. En cambio, se multiplica la profusión de noticias y la velocidad a la que circulan. Entonces los profesionales agradecen en gran medida esta comunicación de preparación instantánea, aunque sepan que no es la más sana, como no lo es alimentarse exclusivamente de productos precocinados. Pero les sacan de tantos apuros… Cuanto más prestigio aspire a tener un medio, intentará dar más información de elaboración propia y menos remitida por terceros. O por lo menos, más contrastada, con un sello original, y no directamente cortada y pegada. Pero los tiempos que corren favorecen la velocidad y a veces condenan la calidad y la independencia. Por ejemplo, los partidos políticos ya no esperan que las televisiones cubran sus mítines. Directamente les remiten el vídeo con los cortes precisos, perfectamente montados, con la voz en off en su sitio, y hasta adaptada al estilo de cada cadena. No hay más que revisarlo apenas por encima y emitirlo. Claro, el espectador va a ver y oír justo lo que el partido político ha decidido que vea y escuche, y si en ese mitin se produjo algún error o incidente o simplemente alguna declaración mucho más impactante pero menos conveniente a la estrategia de comunicación del emisor, no lo vamos a saber, a no ser que algún anónimo lo grabara con su teléfono, lo colgara en YouTube y luego alguien ande listo para recogerlo. En definitiva, las entidades están aprovechando la precariedad y limitaciones de las redacciones para desarrollar esta comunicación precocinada. Así, bajo el reclamo de algo ya hecho, que ahorra tiempo y no da problemas, se permiten ofrecer una información mucho más dirigida y se aseguran de que su mensaje salga reproducido mucho más fielmente, sin apenas interferencias. No olvidemos, además, que esto es un ecosistema como cualquier otro. Si rompemos la cadena, se destruye el equilibrio, si desaparecen los predadores proliferan los herbívoros y se comen todo el pasto, de manera que también ellos terminarán por quedarse sin comida. Pues la información es lo mismo: tiene que haber quien la genere, quien la cuente y quien la consuma. Y para contarla tiene que haber profesionales que sepan difundir acertadamente el mensaje de la entidad a la que representan y profesionales que sepan entenderlo, contrastarlo y trasladárselo honestamente a su público. Si obviamos esas dos piezas del eslabón, la gente puede acabar leyendo, viendo o escuchando información que no es.

2 Comentarios

  1. Esto daría para varios cursos de facultad ya que la sociedad de la información está cambiando de tal manera que creo que este comentario se ha quedado ya trasnochado y lo acabo de poner………. es un decir……. los que ayudamos a las empresas a comunicar y a mandar información «lista para consumir» nos encanta tratar con periodistas que saben, que preguntan y que adaptan la información a su estilo y notas……. el problema es que ya no quedan casi periodistas en los medios….. Yo desde luego ya procuro no hacer ruedas de prensa ya que no viene ni dios a no ser que esté Zapatero o Bill Gates o alguien del estilo….. Otro problema es la diversificación hasta el infinito de los canales de información y las redes sociales que hacen que una noticia que envías al ABC, por ejemplo, la saque en su web y resulta que aparece reproducida a la hora en una web de recetas de cocina argentina…. (los RSS etc….)…. TODO MUY COMPLEJO Y TAN DIFUMINADO QUE AL FINAL SE PIERDE….. Y ya no hablamos de publicidad Viral (el otro día salía en Marca que a Nadal le habían robado un superreloj y daba todos los datos y nombres de la marca, el modelo, etc…. y por la noche el chaval llevaba el mismo reloj de siempre…… o el tema de los robos siempre unos dias antes de presentar un iphone etc….). POR TANTO, HAY QUE HACER UN MASTER DIARIO EN COMUNICACIÓN DIGITAL PARA ESTAR AL DÍA….. tremendo…… Mi opinión es que vamos a tal velocidad que al final lo que importa es generar información a toda pastilla pero que al final el mensaje no cala…….. Una pena pero nuestro trabajo cada vez se parece más a subir una escalera mecánica en dirección contraria…. no avanzas a no ser que le pongas un empeño agotador….

  2. Hola Enrique y Vicente,
    creo que no os falta razón, pero por poner aquí una visión optimista, también creo que todo cambio y/o amenaza siempre, siempre, puede convertirse en una oportunidad… la comunicación precocinada ocupa espacios «faltos de tiempo» y quizá llene estómagos, pero no cerebros. Afortunadamente hay muchos cerebros en busca de buenos alimentos y si algo tiene internet y la comunicación 2.0 y el «social media marketing» es la posibilidad de llegar al público y lector que realmente quiere comunicación de calidad. Los contenidos enlatados cumplen su papel, pero no son los reyes ni compiten con los contenidos reflexionados y contrastados y en los que el periodista o quien comunica incorpore algo de su saber hacer y decir. A día de hoy son los más valorados por todo aquél que acostumbra a usar el cerebro para discurrir y no dar nada por sentado.
    Y en cuanto al empeño agotador, Vicente… soy de la opinión de que sólo con el esfuerzo y el empeño consigues salir del mundo de los precocinados… sea en comunicación o en tu vida misma.
    Un placer leeros!

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