Escribía el jueves Luis María Anson en El Mundo:
De los ocho mejores equipos del Mundial, cinco son iberoamericanos. Cuatro de habla española, para ludibrio de Carod Rovira. Y, además, Brasil, que durante 80 años perteneció a la Corona española y fue evangelizado por el padre Anchieta hasta convertirse hoy en la nación puntera del catolicismo mundial. Felipe II, Felipe III y Felipe IV de España reinaron en la gran nación iberoamericana.
Bien, pues la “nación puntera del catolicismo” se despidió ayer del Mundial. Y luego a Uruguay le salvó un milagro. ¿A que la final la juegan Holanda y Alemania?
Si es que hay que tener un cuidado con algunos…