Fe de ratas

Mientras medio mundo y los mercados –que son los que dominan el mundo entero- viven, según se dice, pendientes de lo que sucede en España, nosotros vamos y damos el espectáculo de ayer en el Senado. Esta mañana, Rajoy le pregunta a Zapatero (bueno, le increpa y luego le pregunta) por esa subida de impuestos a los ricos que tanto parece preocuparle, y el presidente le responde que dentro de unas semanas y que ya le contará. El esfuerzo para los pudientes tardará aún y ya se verá, el esfuerzo para los humildes es ya. Pero el FMI pide medidas aún más drásticas y Zapatero hasta los mismísimos de que Angela Merkel le controle hasta cuando va al cajero automático (chiste de Ricardo en El Mundo, el pasado lunes). El que tiene BOE se equivoca, qué casualidad, lo que era prohibición inmediata para los ayuntamientos de pedir créditos es en realidad prohibición para 2011. ¿Quién cogió el teléfono la noche del lunes, quién llamó a quién? Porque de fe de erratas, nada de nada, no nos chupamos tanto el dedo. Eso sí, los alcaldes a su tema, incluidos los que se oponen a rebajarse el sueldo. Y a pedir créditos como locos, que tienen siete meses. El parque móvil de los gobiernos autonómicos supera el del Estado, Camps urge a Rajoy a que le designe candidato ya, y lo mismo Alvarez Cascos. Ah, ¿y se acuerdan de aquella reforma de la Ley de Morosidad, propuesta hace un mes? Sí, en la que se iba a eliminar al fin esa cláusula de “acuerdo entre las partes” que daba lugar a plazos de pago interminables, estableciendo plazos máximos de 60 días para empresas y 30 para la Administración. Sí, pues parece que no sé qué mano negra parece que va a conseguir incluir otra letrita pequeña que diga algo así como “salvo acuerdo expreso entre las partes”. O sea, para seguir pagando cuando les venga el viento, que reformamos la Ley para que siga igual que antes. ¿Es que sí nos chupamos tanto el dedo? Claro que, con la que está cayendo, resulta que cada español pagaría 100 euros para que la selección gane el Mundial. Entonces, ¿de qué preocuparnos?