Marketing Brigital

Brigital

 

 

 

A quien más y quien menos se le llena hoy la boca con el término, pero habrá que reconocer que lo mismo que hay empresas que pueden presumir de estar desplegando un Marketing Digital Brillante, muchas – y no sé si la mayoría- se quedan en el Marketing tal y tal. Ah, pero también presumen. Es que a algunos empresarios habría que explicarles que Marketing Digital no se resume en tener una página web (*) y haber hecho un envío masivo de e-mails (con las direcciones en copia oculta, bueno, quiero decir en la mayoría de los casos). Y ya hinchan pecho. Pero cuando vean los resultados, saldrán con lo de que la tecnología es una patraña y que lo que funciona es hacer negocios como toda la vida, a echarle horas y mano dura. Si les explicáramos bien –y ellos se avinieran a entenderlo- cómo pueden sorprender gratamente y al tiempo fidelizar a sus clientes a través del móvil, cómo transmitir el mensaje adecuado a su público objetivo a través las redes sociales más indicadas, posicionar su empresa de cara a los buscadores de Internet para que la encuentren según esto o lo otro, pero nunca por aquello en lo que no le interesa aparecer… Y en fin, si se les contara con realismo qué pueden conseguir, qué herramientas son las más apropiadas en su caso, qué pueden esperar de ellas y cómo medir el efecto de sus acciones. Pero como casi todo en este mundo, hacer las cosas bien significa confiar en un experto. Los milagros no existen a este nivel, y el “si yo sé como hacerlo, qué me vas a contar” tampoco funciona aquí, como en tantos otros aspectos de la empresa y de la vida. Creo, y lo tengo bastante comprobado sobre el terreno, que en España tenemos ya muy buenos profesionales –formadores, consultores, estrategas, implementadores…- en Marketing Digital, y podíamos aprovecharlo. En un terreno tan abierto a la creatividad y al talento, sin necesidad de grandes recursos, no es extraño que seamos buenos. Nos falta lo de siempre, vendernos. Y nos frena, una vez más el “yo esto no me lo creo”. Pero sí, yo insisto en que podríamos llegar a ser un país más moderno, nuestras empresas mucho más competitivas, nuestros gastos e inversiones más eficientes. Un país de Marketing Brigital. Seamos cabezones pues en el intento.

(*) Sí, he dicho página web, eso que se activa un día con todos los fastos, como quien inaugura un pantano, y ya se hace sola, se actualiza por sí misma y claro, el contenido fluye a manantiales, autogenerado por las milagrosas células grises de la Red. Aproximadamente la mitad de las medianas y grandes empresas españolas, y poco más del 20% de las microempresas, disponen de página web. Pero si se hiciera una auditoría medianamente rigurosa de cómo están las pobres…

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