Me preguntaron si recordaba la primera vez que vi la Gran Vía. Y la verdad es que no. Sí puedo decir que me empecé a dar cuenta de lo que era y significaba ya de adolescente, cuando iba a los cines y descubría los primeros establecimientos de perritos y hamburguesas. Y me dio por pensar que algo así debía ser el Nueva York que contaba Jesús Hermida o que veía en las películas. En efecto, cuando después ya he conocido la Gran Manzana he concluido que es la Gran Vía lo más parecido a aquello que tenemos en Madrid. No hay grandes rascacielos, cierto, pero se reproduce cierta parecida actitud al ir caminando con la vista hacia arriba, y no puedo evitar que su tráfico de noche me traiga las voces de Frank Sinatra y Barry White. El chaflán del edificio Capitol presidiendo Callao, con su luminoso de Scweppes, bien parece un Times Square en miniatura, o mejor Times Square es un Callao a lo bestia. Pero sobre todo la gente. Todo el mundo está allí, de todas las razas, condiciones sociales, pelaje, tendencia, peinado y forma de vestir. Como en la Quinta Avenida o en Broadway (que significa eso, gran vía). También como en el Metro de Londres. Como en Las Ramblas. Los Campos Elíseos son más espectaculares, contundentes, pero también se me antojan más exclusivos, altivos y un tanto displicentes. Oxford Street sí respondería a esta idea de torrente humano pero no es tan bonita, a lo mejor Regent Street puede andar más cerca, Corrientes también tiene ese estilo. Da igual, para mí la Gran Vía es nuestro Nueva York. Quien más y quien menos hemos crecido con sus diferentes etapas. Vi Rocky, la primera y verdadera, en el Lope de Vega y justo en el de enfrente –que no recuerdo cuál era- echaban El Último Tango en París. Trabajé en Cortefiel, unas semanas por Navidad. Me gustaba tomar cafés en Nebraska antes de subir al edificio de Prisa cuando colaboraba en Cinco Días. Varias presentaciones, ruedas de prensa y reuniones en Telefónica. Muchos libros, mucha colección Austral en la “Casa”, antes llamada Espasa Calpe. Y alguna copa me he tomado, por supuesto, en Chicote. También la Gran Vía ha tenido sus etapas, incluso ha tenido otros nombres y hasta ha pasado por su época de decadencia, yo creo que ya superada. Era cuando su trastienda al norte malvivía infectada de jeringuillas, caras demacradas y gargantas muy ásperas. Y claro, lo que va por los afluentes termina por desembocar en el río grande. Ahora lo que fluye por esos arroyos y riachuelos es el SoHo que Madrid no tenía y ahora ya sí, una corriente multicolor que se despliega cuesta abajo y se esparce por las aceras, un poco canalla sí, pero sin malas intenciones y con muchas ganas de vivir. A algunos tampoco les gusta eso, pero qué le vamos a hacer. Ayer al atardecer me di un buen paseo por la Gran Vía y estaba espectacular. Convertimos así un día normal en un Gran Día. Un día en Nueva York.
Gran Día (un día en Nueva York)
Yo de la la Gran Vía me acuerdo de pequeño cuando íbamos en coche desde Sevilla al norte. Antes no había esas autovías ni M30 ni M40, ni ná, había que cruzar Madrid a pelo, y claro siempre se perdía mi padre y ¿a dónde desembocaba?, pues sí, «otra vez la Gran Vía de los cojones».
Años después un 24 de junio de 1977, coincidiendo viaje de fin de curso, con otro gran acontecimiento que celebró en Madrid y en el Calderón, recorríamos esa calle en busca del edificio de Telefónica para hacer las llamadas pertinentes a nuestras familias.
Otro año me quedé en el Hotel Wellintong en plena Gran Vía, con una de mis novias, eso fue por el 89-90, era la famosa exposición sobre Velázquez en el Prado con aquellas interminables colas.
Esos sandwiches de Rodilla en Callao.
Pues sí al final siempre estaba ahí, «la Gran Vía de los cojones».
YO QUE OS VOY A CONTAR QUE VIVÍA EN ATOCHA Y ESTUDIABA EN PRINCESA…… GRAN VIA PA ARRIBA Y PA ABAJO MILES Y MILES DE VECES….. Y DE COPAS POR LA ZONA NOS CABÍA TOOOOOO….. EL CUATRO ROSAS, EL QUIET MEN….. LA FÁBRICA DE PAN, LA VACA AUSTERA…… Y EL QUE ESTABA AL LADO DE TELEFÓNICA QUE AHORA NO ME SALE……. Y LOS COCTELES DE CHICOTE….. BUENOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA Y MALOS PARA EL HÍGADO……