Imaginemos toda la energía afectiva que somos capaces de desplegar estos días, ya sea por teléfono, vía SMS, e-mail, twitter, facebook… incluso en persona. Pensemos en uno mismo, luego en cada uno a nuestro alrededor y multipliquémosla por todos los que somos aquí, allí y en cualquier parte. Si fuéramos capaces de juntar toda esa energía, reunirla y canalizarla, haríamos algo grande. Sí, somos capaces de hacer algo grande. Pero sólo nos damos cuenta ahora. Imaginemos, simplemente, el tiempo que dedicamos a nuestras felicitaciones, a escribirlas, ponerlas bonitas y enviarlas. Yo mismo me tiré una vez tres horas enviando más de 100 sms. Me da por pensar que si dedicáramos solo una pequeña parte de ese tiempo, cada día, a lo mejor tendríamos otra clase de mundo. Y no es nada difícil. Qué va, basta ponerse. Si es verdad que al final el amor que recibas será igual al amor que has dado, imaginemos, con la cantidad de amor que transmitimos –y retransmitimos- en estas fechas, la cantidad de amor que recibiríamos si fuéramos capaces de dar un poco más a diario. Pero no es cuestión de ser capaz, es de querer. No podemos salvar el mundo en un día, pero si hacemos un poco más por él cada lunes y cada martes, posiblemente le vaya mejor. Al mundo y a nosotros. Así, mi deseo para estos días es que durante 2010, cuando volvamos a casa por la noche, podamos acordarnos muchas veces de canciones como esta, por ejemplo.
Hoy he salvado el mundo
MU POTITO……… FELIZ AÑO A TODOS LOS BLOGUEROS…….. Y A LA MUCHACHADA QUE OS SIGUE…….
Eso, feliz 2010 a todo el mundo. Y nada, nos pondremos a la árdua tarea de salvar el mundo, o lo que quede de él, como si tuviéramos 20 años.