La agenda del político (catalán)

Los políticos, en general, suelen llevar una agenda bien distinta de la de los ciudadanos a los que representan. En Cataluña, por lo que yo he notado cuando he estado, la mayoría de la gente no anda demasiado preocupada con los asuntos relativos al nacionalismo, a la independencia ni al estatut. Les preocupan otros asuntos del día a día, al final ser les importa ser lo más felices posible en su entorno, como a cualquier ser planetario. A los políticos catalanes sí les preocupa. En su mayoría. A los aspirantes a políticos, no digamos. A lo mejor porque otras cuestiones, más trascendentales para sus ciudadanos, son más complicadas y encima más aburridas. Se ven menos. Es decir, la agenda del político catalán es distinta de la agenda de Cataluña. Al político de medio pelo le gusta hacerse notar, como al árbitro malo. Y hace ruido. Y lo hace con los asuntos que “venden” más en los medios. Y en el caso de los políticos de medio pelo catalanes, les gusta ver titulares grandilocuentes en la prensa de allí, pero sobre todo en la del resto de España cuando se escandaliza con sus proclamas. Eso les pone. Y claro, como consecuencia, la gente que no es de Cataluña ni vive en Cataluña se cree cosas que no son, se piensa que aquello es un clamor por la independencia. Se hace una idea muy equivocada –me parece a mí- de lo que vive y piensa la gente de allí. Al catalán de a pie, ya digo, le preocupan solo lo justo los asuntos de la identidad nacional, utiliza el idioma con la naturalidad de quien tiene la suerte de hablar dos lenguas y las maneja por puro criterio práctico. El problema es que se le oye poco. A los otros se les oye más, y siguiendo la táctica de que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad, terminan por hacer parecer evidente lo casi inexistente. Más aún, y es una pena, cuando uno de los símbolos más universales de Cataluña, viviendo además uno de los momentos más dulces de su historia, sí, me refiero al FC Barcelona, se está apuntando al juego, está poniendo su bien ganado prestigio al servicio de una causa que no debería irle ni venirle y además harían muy bien en callarse. Porque no es su solo presidente, que ya le conocemos, son ciertos gestos y mensajes que este club está transmitiendo últimamente, y los está difundiendo por todo el mundo. Y bordeando el ridículo. Hasta se quejan y le echan la culpa al Gobierno español por el simple hecho de que una compañía turca les obligue a hacer escala en Turquía camino a Abu Dabi. Pues como a todo el mundo, y todos los que hemos volado sabemos que eso funciona así. Pero ¿qué es lo se están creyendo que son? No, no es esa la agenda de Cataluña, y si me equivoco que me lo digan.

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