El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, en Croacia. Un lugar de ensueño para recorrérselo, para andarlo y conocerlo despacio e ir desentramando los sueños y los hilos de la vida que caen de lo alto y se van depositando sobre la paz acristalada. Imposible descubrir más matices de verde, imposible no pasar un día inolvidable entre sus caminos y sus pasarelas, sobre todo si luego todo acaba en una noche de fiesta en medio del bosque.
Jacinto ha sido una vez más el ganador de esta nueva entrega de Etoqueloqueé, y recibe como premio un estupendo gel de ducha vivificante, que se une al melón, al jamón ahumado y a los diez rublos que aún tengo pendientes de entregarle. Vamos, que con lo acumulado se va a llevar una cesta de Navidad más que aceptable.
Y sí, ya sé que muchos pensaron que era Iguazú. Lo siento. Pero hubiera sido demasiado evidente, recién como quien dice aterrizado de allí. Además, estas son cascadas de seda. Las otras son contundencia pura.
Byenrique 