San Isidro Sur

Y sin esperarlo hemos regresado al verano. Bellavista estalla en tambores y se descose a litronas bajo las arboledas. En realidad, si hoy ha sido 15 de noviembre y caemos en la cuenta de que tal mes en el Sur equivaldría al de mayo en nuestro hemisferio Norte, podemos decir que hoy hemos vivido un esplendoroso día de San Isidro en Santiago de Chile. Es la última etapa del viaje. Para llegar aquí, y desde la última crónica, no nos olvidamos de la subida -de las de dejarte los hígados- a la llamada Laguna de los Tres, cuyo principal premio, aparte la satisfacción tras el esfuerzo, es apreciar de cerca el contundente Cerro Fitz Roy. Por aquí el concepto de cerro es bastante diferente a lo que entendemos en España, hablamos de picachos por encima de los 3.000. Luego estuvo Bariloche, que es como un juguete o una maqueta de las que montábamos en casa y efectivamente como el helado del mismo nombre que conocimos de pequeños, una ciudad en blanco o negro, amargo o con leche, avellanas o almendrado, incluso rojas o rubias, estas últimas son cervezas en el Willkenny. Hizimos el majestuoso cruce de lagos, traspásese los mismísimos Andes en un barco, asómbrese y escape al Peullazo. Esto es, Peulla que dicen los mapas y los folletos de las agencias, líbrese de quedar secuestrado en un hotel sin ciudad en medio de los montes, 24 horas sin nada que hacer ni adonde ir, porque tanto el hotel como los caminos y los transportes y hasta el lago son del mismo dueño y se entra o se sale cuando él dice. Hasta la aduana -infame una vez más- se la han puesto para servir a su juego. Supimos reaccionar a tiempo y escapar de allí, gracias a ello, con el día ganado a la ruta, hemos conseguido conocer -y no sólo estar en- Puerto Varas y Puerto Montt, diríamos que una verde y frondosa Galicia solo que rodeada de volcanes como fujiyamas o klimajaros, brotando de la bruma hasta los cielos grises como si tal cosa. Y estamos aquí, entre el Pacífico y las cumbres solemnes, superado el más que previsible trancazo, que no podía ser de otra manera. El taxi nos ha dejado puntual en hotel. Bueno, lo ha conseguido al tecer intento. Cosas que nos pasan.

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