Ligeros de equipaje

De la Ciudad Blanca hablaremos, que lo merece y mucho. Que ciudad, que gente, que gran desconocida. Pero hoy apuntaremos simplemente el hecho de que hemos tenido la oportunidad de conocerla al estilo Antonio Machado, es decir, ligeros de equipaje. Estamos aqui desde el jueves y la maleta todavia no ha aparecido. Tomorrow* volvemos a Madrid, lo mismo me cruzo con ella en el camino. O me llega justo antes de salir, mas que nada para que, ya que no he podido utilizar nada de lo que contiene, al menos si me toque cargar con ella. Volabamos con Alitalia, que todo el mundo lo sepa. Hicimos escala en el Aeropuerto Fiumicino de Roma, que todo el mundo lo sepa. Llamamos y nadie nos da una explicacion. En el aeropuerto de aqui solo nos dicen que hoy no ha llegado, hoy tampoco, hoy tampoco. Y llaman a Italia y les despachan a gritos. Ni Alitalia ni ninguna compania aerea ni mucho menos ningun compadre italiano nos arruinan a nosotros las vacaciones, y mucho menos en este sitio en el que es imposible deprirmirse, asi que me lo estoy pasando teta. Faltaria mas. Pero que conste aqui lo que ciertos elementos quimicos que no humanos ni profesionales pueden hacer por uno a cambio de haberles pagado un billete por cierto nada barato. Hablaremos de la Ciudad Blanca, esplendida y seductora hasta para los ligeritos de equipaje.

* Perdon por el anglicismo y por la falta de acentos y los errores en algunos recursos ortograficos pero es que estamos en un teclado de los de para la gente de aqui, como es logico, y aun no hemos tenido tiempo de aprendernoslo.

1 comentario

  1. Yo siempre viajo en el equipaje de mano con una «bolsa de emergencia» que contiene una camisa, un pantalón y ropa interior. Ocupa poco y te evita penalidades, a ti y a tus amigos, siempre que usen tu talla, claro. A tí no creo que te hubiese servido de nada…

    Disfruta y que aparezca la maleta. Y ya sabes, no te fíes de una empresa que dirija Berlusconi.

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