Hoy toca Yesterday (II)

Soñó la melodía, y fue despertarse y ponerse al piano. Paul McCartney acababa de dar con las notas de su canción más universal. Seguramente se había levantado con hambre, pues el primer título que se le ocurrió fue “Scrambled eggs” (Huevos escalfados). El primer verso, según parece, rezaba “Scrambled eggs, oh my baby how I love your legs”. Le enseñó su pequeña obra a George Martin, el productor y tutor musical de los Beatles desde que firmaron con la EMI y grabaron su primer disco. Debió de decirle, “hombre Paul, qué gran canción, anda, cámbiale un poco la letra, ponle otro título”. Y Paul, siempre tan aplicado, tan perfeccionista, le hizo caso. Escribió otra letra. Se la dedicó a su madre, que murió cuando él tenía 14 años. Le cambió el título: la llamó Yesterday. La grabó él solo, con un cuarteto de cuerda, ningún otro miembro del grupo presente. Se ha dicho que ese fue el principio del fin de los Beatles. Yo no me lo creo, la verdad. La incluyeron, casi escondida, en la cara 2 del álbum Help, en el que la cara 1 era la estelar, la que contenía las canciones de su segunda película, del mismo nombre. No salió como single en Inglaterra, sí lo haría después en Estados Unidos. En realidad iba como una pieza de relleno. Un simple experimento. Y rápidamente se iba a convertir, seguramente, en la canción más famosa de la historia, en la más versionada -al menos de eso sí existen datos objetivos. ¿Por qué Yesterday más que ninguna otra? ¿Es la mejor canción de los Beatles? Posiblemente no. Pero es sencilla, breve, directa. Redonda. Siempre pongo el ejemplo, una vez supe que en un congreso de alpinistas decidieron votar cuál era la montaña más bella del mundo. Eligieron el Alpamayo, en los Andes peruanos. Un cono perfecto, relativamente pequeño, que sobresale de pronto en medio de un macizo de abruptas paredes heladas. Habrá en el planeta cumbres más espectaculares, quizá más bellas que el Alpamayo. Pero posiblemente ninguna tan bonita y a la vez tan simple. Eso tiene Yesterday. Tan simple, tan bonita, tan grande.

Nota 1. Tiene explicación científica lo de Paul McCartney cuando soñó la melodía. Lo podéis ver en este artículo de hoy en El Mundo.

 La creatividad del cerebro dormido, El Mundo

Nota 2. Mi madre fue, cuando yo era poco más que niño, quien me hizo fijarme en Yesterday, pararme a escucharla por primera vez. Es su favorita. Y como el sábado pasado fue su cumpleaños, por ella sonó Yesterday en este blog. Efectivamente, Vicente me conoce bien. Para él este regalo –y para Pepe, que también me conoce aunque llegó más tarde- y bueno, para todos vosotros. Como el otro día ya pusimos la original, con su letra, y luego tocada en directo, hoy va a ser una de las 3.700 versiones que se han hecho de Yesterday. Pero esta muy especial. Nada menos que… Bob Dylan!!!

Yesterday, Bob Dylan, Youtube

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