Obama ya ha nombrado a su CTO, esto es, al responsable de Tecnología de la Casa Blanca. Se trata Aneesh Chopra, de 36 años, origen hindú, un desconocido si tenemos en cuenta que para este puesto se barajaron nombres como los de Jeff Bezos o el mismísimo Bill Gates.
Pues bueno ¿y a nosotros que nos importa ese señor? me dirán. Hombre, pues que no es moco de pavo la tarea que tiene por delante quien va a ocupar un puesto de este calibre. Así como en otros países –por ejemplo España, claro- al final resulta poco más que anecdótico quién se ponga el gorro de ministro de Ciencia e Innovación, o de Ciencia y Tecnología en su día, en Estados Unidos esto es otra cosa. Lo que el nuevo CTO haga, las políticas que ponga en marcha en los próximo años, van a tener mucha influencia en la industria a nivel mundial y, en consecuencia, en las empresas y en los usuarios de todo el planeta.
Por citar un antecedente, y aquí, ejem, voy a tirar de años. A principios de 1993, cuando la Administración Clinton echaba a andar, el vicepresidente Al Gore tomó personalmente las riendas de una apuesta decididamente rompedora: lo que entonces se llamaron las Autopistas de la Información, posibilitar redes con capacidad tal que las empresas, los gobiernos y los usuarios –dentro y fuera de Estados Unidos- pudieran conectarse e intercambiar información, datos… conocimiento en definitiva. Por entonces eso de la red global era futurismo, sí se utilizaban aisladamente aplicaciones propietarias de correo electrónico, BBSs…; en 1994, ya hablábamos de Internet; en 1995, lo utilizábamos y compañías como Sun, Netscape u Oracle ya lo habían convertido en un elemento fundamental de su negocio; en 1996, hasta Microsoft reconoció que se había despistado y tenía que recuperar todo el terreno que había perdido en Internet. Y vaya si lo recuperó.
Ahora, cuando aquello nos parece románico tardío a pesar de que sólo han transcurrido 15 años, los desafíos son distintos: la seguridad, la administración on line… y el negocio. Las Tecnologías de la Información tienen la misión de hacernos la vida más fácil y rica, pero también la de ahorrar costes, hacer los procesos empresariales más transparentes, fluidos, efectivos y rentables. Con más motivo aún en la época que nos está tocando vivir. Por lo tanto, las cartas están sobre la mesa y no, no va a ser anécdota el juego que Aneesh Chopra sea capaz de repartir de ahora en adelante. Estemos atentos a sus 100 primeros días.
Byenrique 